26 junio 2007

Comienza el verano. Comienza la aventura

El verano ya llegó a Almaty, y esto se nota en el ambiente. Es muy curioso lo diferente que puede llegar a ser una ciudad en tan solo unos meses de diferencia. El ambiente nevado y temperaturas de -20º de no hace mucho tiempo contrasta con una ciudad verde, con mucho sol y temperaturas cercanas a los 40º que tenemos en estos días. Estas diferencias no son de extrañar teniendo en cuenta que Almaty es una de las ciudades más alejadas del mar y con mayor amplitud térmica del planeta... El verano ya llegó, y esto también se nota en la gente. La gente sale a la calle, salen a los parques, en cada esquina surge una terracita donde tomarte algo, el destape ha comenzado y la vida nocturna se anima, y no sólo en fin de semana...

El verano ya llegó, y con él también llegaron los planes. Es la época de disfrutar de las maravillosas cordilleras accesibles desde aquí, de hacer trekking y de disfrutar de las enormes posibilidades al aire libre que ofrece esta parte del mundo. Hace unas semanas, cuando estuve en Shymkent, le propuse a David que me acompañara en un viaje con el que llevaba pensando desde hacía ya tiempo: Viajar por tierra de China a Pakistán recorriendo la mítica Karakorum Highway!!!. Por supuesto, el señor David alias "Peregrinador del desierto" no se pudo negar a tan tentadora oferta.


Recorrer por tierra los 1250Km que separan Kashgar de Rawalpindi, pasando junto a las cordilleras más altas del planeta, entre picos ochomiles, y contemplar el impresionante panorama de naturaleza salvaje es para mí un sueño. Tras innumerables y pesadas gestiones con los visados pakistaní y chino, busqueda de vuelos, información, etc. a día de hoy por fin puedo confirmar que esta todo listo. Si todo va según lo planeado, dentro de algo más de una semana estaremos camino de Kashgar, y comenzaremos la que probablemente será la mayor aventura en la que nos hayamos embarcado hasta ahora, aunque espero que no sea la última. Quizá eso explique la sensación de euforia contenida e impaciendia que me se apodera de mí por momentos... Comienza la aventura.

Por último, aprovecho para felicitarme a mí mismo por mi cumpleaños (que es hoy). La confirmación del viaje es sin duda el mejor regalo que me podría haber hecho. Además, este sábado me mudo por fin a mi nuevo piso en Almaty, el que será mi hogar al menos durante los próximos 6 meses. La verdad, no se puede empezar con mejor pie el verano y mi recién estrenado cuarto de siglo. Y es que un 25 años no se cumple todos los días!!

05 junio 2007

Excursión a Texas

Todavía estoy recuperándome del intenso fin de semana, en el que sin ninguna razón aparente, decidí que era una buena idea irme a pasarlo a la parte más salvaje de Kazajstán, lo que muchos kazajos llaman "Texas" o "Wild Kazakhstan", es decir, la maravillosa ciudad de Shymkent.

Probablemente a cualquier persona europea en su sano juicio jamás se me pasaría por la cabeza meterse en un tren 15 horas por trayecto para pasar un fin de semana. A nadie se le ocurriría, por ejemplo, salir del trabajo un viernes por la tarde en Madrid y coger un tren dirección Amsterdam para pasar el fin de semana, para luego volver también en tren y entrar el lunes por la mañana de nuevo a trabajar. Pero esto es Kazajstán, aquí hay otro concepto del espacio, del tiempo... y de la velocidad. Estuve casí el mismo tiempo dentro del tren kazajo (30 horas), que en mi destino (32 horas), y eso que me fui a una ciudad vecina, a tan sólo 800Km de Almaty. 15 horas y 800Km, con eso ya podéis deducir la velocidad media del tren...

David , Michael y Luis ("pinche mexicano") en una plaza estilo veneciano, en Shymkent

En Shymkent me estaban esperando David y su pandilla de amigos americanos de Peace Corps. PCV (Peace Corps Volunteers) es una organización americana a través de la cual jóvenes voluntarios americanos son enviados a países subdesarrollados o en vías de desarrollo, y colaboran con escuelas, universidades, hospitales, pequeñas empresas, ONGs, etc. En Kazajstán hay cerca de 100 voluntarios, la mayoría de ellos viviendo en pueblos perdidos por el país. En Shymkent hay varios de ellos.

El sábado nos fuimos de excursión Sairam, un pueblo de unos 40.000 habitantes, de mayoría uzbeca, situado pocos kilómetros al este de Shymkent. Allí vive Michael, uno de los voluntarios, un personaje bastante peculiar y digno de mención. Yo no podía contenerme la risa de ver a un americano pelirrojo con pinta absoluta de guiri desde lejos, con cierto parecido al Piraña, paseando por un pueblo perdido donde todo el mundo lo conoce y lo saluda por la calle, y hablando en uzbeco con la gente. Buenísimo.

Foto en el patio de un colegio en Sairam, se puede observar a los niños y al presidente Nazarbaiev (sin piernas!!!)

Vendedor de especias frescas, en Sairam

El gran Michael, charlando con ancianas uzbecas en Sairam (observese la cara de la anciana de la izquierda...)


Después del paseíto, volvimos a la gran metropoli y salimos por una de sus terracitas. Por alguna extraña razón me siento muy a gusto cuando estoy en Shymkent. Es una ciudad un tanto desagradable a la vista, muy calurosa (sofocante) en verano, con edificios viejos, sin muchas zonas verdes, los coches conducen como locos, la gente es brusca, rural, realmente es Kazajstán en estado salvaje. Cuando en Almaty le comentaba a conocidos que me iba allí en el fin de semana todos excamaban sorprendidos: ¿A Shymkent? ¿Para qué vas allí?... Sin embargo, he de decir tiene algo que me gusta. Quizás sea lo bien que me lo he pasado por allí, el buen rollo que se respira entre los extranjeros que viven allí, la magnífica cerveza local "Shymkentskoe" o lo baratos (y buenos) que son los restaurantes y cafés. Quizás sea que la gente, aunque más tradicional, también es más humilde y sincera (y menos acostumbrada a ver extranjeros), o que allí parece que el tiempo va más despacio. No lo sé. Pero lo que sí sé es que tengo que volver a Texas.

Aquí pongo algunas fotos de la pedazo de fiesta del sábado.

comenzando la fiesta, en el piso de David y Shane...

siguiendo la fiesta, en una terracita...


01 junio 2007

sobre las becas ICEX...

Hace aproximadamente un año que el ICEX me concedió una "beca de formación de expertos en informática en materia de internacionalización en las Oficinas Económicas y Comerciales de las Embajadas de España" (se me llena la boca al decirlo). Poco después comencé un curso de formación en Madrid junto a los demás compañeros a los que también les habían concedido la misma beca. Cada uno de nosotros iba a pasar 12 o 15 meses en una ciudad del mundo, en total en casi 70 países distintos. Entre nosotros reinaba un ambiente de ilusión y optimismo, ya que a todos nos apetecía vivir una experiencia distinta en otro país, y además con una de las becas aparentemente más importantes y prestigiosas de España. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce...

Lo cierto es que ya desde el curso de formación nos dimos cuenta de como funciona este organismo que nos concedía las becas (nos convocaron al curso de formación con menos de una semana de antelación, nos obligaban a asistir casi 8 horas diarias a un curso con unos contenidos de dudosa utilidad, nos dejaron 3 meses colgados entre el fin del curso y el inicio de la beca, ...). Una vez en destino, todos nos dimos cuenta de esta farsa que algunos llaman "becas".

Hablaré un poco de las becas de informática del ICEX. Para empezar, el becario no recibe ninguna formación, no tiene tutor ni nadie de quien aprender y por supuesto no existe ningún programa de formación del becario. Lejos de eso, se dedica más bien a dar formación técnica a los usuarios de la oficina, solucionar cualquier problema que tenga que ver con una máquina y encargarse de las labores típicas de cualquier administrador de sistemas. Análogamente se podría decir lo mismo sobre los otros tipos de becas ICEX (internacionalización, periodismo).

El becario es un trabajador más de la oficina. Como cualquier trabajador, tiene responsabilidades, y muchas veces le toca comerse los marrones que surgen en la oficina. El becario no tiene una relación profesional con nadie, y a efectos legales no está trabajando. El becario no tiene salario, tiene una dotación económica. El becario no tiene vacaciones, tiene 8 días de permiso al año. El becario no tiene los derechos que tiene cualquier trabajador español en el exterior, ni ningún sindicato que lo defienda. El becario no cotiza a la seguridad social, pero paga más impuestos que cualquiera de las personas que trabajan a su alrededor.

Hay que decir que estas condiciones más o menos las sabíamos de antes, por lo que nos contaban becarios anteriores. Aún así decidimos que merecía la pena la experiencia, somos jóvenes y tenemos ilusión por salir al exterior. Además - pensábamos - estamos respaldados por una institución pública tan importante... Nada más lejos de la realidad. La situación de algunos becarios se ha vuelto realmente complicada y nadie responde por ellos. Aquí os dejo una carta de un becario al ICEX, enviada hace un mes y que todavía no se han dignado siquiera a responder. Una vez más, no es oro todo lo que reluce.

Ante esto, lo único que podemos hacer los becarios es difundir lo máximo posible la la situación de algunos de nosotros, y que la gente conozca el lado oscuro de las becas, quizás así consigamos que el ICEX se dedique más a cuidar a sus becarios que a dar publicidad y presumir de formar expertos. Es la única forma que tenemos de defendernos. Sirva esto también para dar ánimo y echar una mano a nuestros compañeros de Luanda, en particular a Jorge el informático. Aquí os dejo también la opinión de otros compañeros.

Becas Icex de Informática
Becarios ICEX en Luanda, ahí os las apañéis
El gobierno (español) dando ejemplo de cómo hacer las cosas
ICEX: toda una experiencia
El maravilloso mundo de las becas

21 mayo 2007

Noticias Frescas

Hace unos días se puso en contacto conmigo un periodista del Ideal que se interesó por cómo me iban las cosas por aquí, para un especial que están haciendo sobre granaínos en el mundo.

Cuál ha sido mi sorpresa cuando esta mañana he visto un correo de mi amigo Riveiro el tunante (al cual le dedico un saludo desde aquí), en el que me adjuntaba la siguiente foto.


A pesar de que hay una gran errata en el texto (a ver quién la encuentra primero!), la verdad es que hace ilusión salir en el periódico de tu ciudad.

15 mayo 2007

Kyrgyzstan

En el pasado puente de mayo, tuve la oportunidad de visitar la exrepública socialista soviética de Kyrgyzstan. Esta república tiene frontera con China al este, y con las exrepúblicas soviéticas de Kazajstán por el norte, Uzbekistán por el oeste y Tajikistán por el sur. Su extensión es algo menos de la mitad que la de España, y la capital es Bishkek. De entre los países de Asia Central, éste es posiblemente el más asequible en cuanto a los visados, que se suelen obtener sin problemas.


Kyrgyzstán es sobre todo un país montañoso. El 94% del país se encuentra por encima de los 1000m sobre el nivel del mar, y el 41% por encima de los 3000m. La altitud media es de 2750m. El país bordea al norte con los montes Alatau, al sur con la cordillera del Pamir, y es atravesado de este a oeste por la gran cordillera de Tian Shan (montañas celestiales), con numerosos picos por encima de los 5000m, entre los que destaca el Khan Tengri (7010m), y en la que nacen caudalosos ríos como el Traim, el Naryn o el mítico Syr Darya. Además existen grandes reservas de agua dulce con casi 2000 lagos de montaña, entre los que destacan el Yssyk-Kol y el Son-Kol, y uno de los glaciares más largos y espectaculares del mundo: el Inylchek. Al margen de las montañas, el país ofrece grandiosos escenarios como el valle de Ferganá al oeste, el valle de Altyn Arashan, el cauce del río Naryn, entre acantilados, y un largo etcétera. Todos esto hace que este país sea el paraíso del trekking, los deportes al aire libre y la montaña, sobre todo la montaña. Los paisajes que se pueden encontrar en Kyrgyzstan son, simplemente, espectaculares, difíciles de describir sólo con palabras, y si no os lo creéis podéis echarle un vistazo a estas imágenes.

Lamentablemente en esta ocasión sólo disponía de 4 días, y la zona elegida para la visita fue el norte, en la región del lago Yssyk-Kol, la ciudad de Karakol y el valle de Altyn Arashan. Nuestro grupo estaba formado por 6 personas de diferentes procedencias: Almudena, Carolina y yo (españoles), Erkin (kazajo), Lena (rusa) y Midori (japonesa), y lo planificamos todo mediante una organización de turismo ecológico: Community Based Tourism, que nos permitió alojarnos con familias locales y acercarnos un poco al modo de vida kyrgyz, y disfrutar de gastronomía local casera.

Karakol:

Comprando fruta en un mercado, en Bishkek

Altyn Arashan:

A este valle se accede desde la ciudad de Karakol, metiéndose entre las montañas de Central Tian Shan. Para ello hizo falta un minibus todoterreno.

Ascendiendo las montañas en nuestro 4x4
En el valle con nuestro guía kyrgyz: Azamat

Al final llegamos a un albergue de descanso, a unos 3200m de altitud, con balnearios naturales a la orilla de un río.
Foto con los anfitriones

Montando a caballo por primera vez...

El lago Yssyk Kul.

El lago Yssyk Kul es el segundo lago de montaña más grande del mundo, después del Titicaca en Sudamérica. Está situado a una altitud de 1600m sobre el nivel del mar, y está bordeado por dos cadenas montañosas, cuyas cimas se mantienen blancas todo el año. Este gran lago es famoso por sus aguas cristalinas y por su superficie azul, como un espejo. Yssyk Köl en kyrgyz quiere decir "lago caliente", nunca se congela y templa la temperatura de su entorno.

Como siempre, valen más unas imágenes que mil palabras.

Nuestro anfitrión kyrgyz: Bakhir

Bañándonos en el Yssyk Kul! mentira eso de aguas calientes!!!

En la costa sur del lago, nos alojamos en una yurta con una familia kyrgyz. La experiencia de vivir en la yurta fue lo mejor del viaje. Cuando eran todavía nómadas, la gente en esta parte del mundo vivía en yurtas. Se tarda aproximadamente 2 horas en construir una, y dentro puede vivir una o incluso dos familias. Aunque parezca increible, dentro se mantiene una temperatura cálida en invierno y fresca en verano, lo cual es importante en una de las zonas con mayor amplitud térmica del mundo (desde -20º en invierno hasta 35 o 40º en verano).

Nuestra yurta, con el Yssyk Kul al fondo

En el interior de la yurta, disfrutando del buen yantar

En definitiva, Kyrgyzstán es un país fascinante, sin apenas haber visto casi nada ya tengo ganas de volver y recorrerlo con más tiempo. Qué mejor lugar que éste para emplear los (pocos) días de vacaciones que voy a tener este año...

10 mayo 2007

Uzbekistan

En Semana Santa aproveché los días de fiesta para conocer por fin la ex-república socialista soviética de Uzbekistán, el país más poblado de la zona y sin duda el más interesante desde el punto de vista cultural. Aquí se encuentran algunas de las ciudades habitadas por el hombre más antiguas que se conocen.

Aunque Uzbekistán y Kazajstán son países fronterizos (los separa una línea) me llevé una impresión de un país completamente distinto. Parecía que habíamos ido a otra parte del mundo. Para empezar, la gente es de otra etnia, el aspecto es diferente (los uzbecos son más parecidos a los persas, la etnia kazaja es más asiática, con influencias mongolas). El carácter también es totalmente opuesto, siendo los uzbecos más abiertos y agradables que los kazajos, además de extremadamente hospitalarios. Además, el clima mucho más caluroso, los pueblos, las carreteras, las ciudades... Uzbekistán tiene mucha influencia persa, y se debe parecer más a Iran que a un país asiático, especialmente en el sur.

El viaje comenzó con la obtención del visado de Uzbekistán, lo cual no es nada fácil y requiere de paciencia. Finalmente lo conseguimos gracias a unos contactos y algún que otro soborno a algún que otro policía en algún otro lugar... todo sin problemas... Una vez con el visado salimos de Almaty, y tras 30 horas de viaje por tierra (tren y taxi) y una escala en Tashkent, llegamos a Samarkanda. Aquí pongo unas fotos tomadas en el camino:


Durante el camino tomamos medios de transporte locales, autobuses y marshutkas compartidas, con lo que pudimos conocer más de cerca a los uzbecos. Como anécdota curiosa, estábamos en Samarkanda y buscábamos un autobus para ir a Bujara (un trayecto de 5 horas), en algún lugar a las afueras de la ciudad al que ellos llamaban "estación de autobuses"... Tras un buen rato buscando, vimos pasar un autobus completamente lleno de gente que iba a este detino. Rápidamente le hicimos señas de autostop y se bajó un chico.

- ¿este autobus va a Bujara? Somos españoles y estamos por aquí de viaje...

- ¿Españoles? OH! Españoles!!! Adelante adelante, aquí hacemos un sitio para vosotros! - se volvió para dentro - Rápido, voluntarios para cederle el sitio a nuestros invitados españoles!! venga!! vamos vamos!!

Rápidamente empezó a salir gente y despejaron la parte de atrás para nosotros. Después todo el mundo nos saludaba, nos daban la mano, nos preguntaban, ...
La hospitalidad uzbeca no tiene límites.


Samarkanda

En esta milenaria ciudad se encuentra el lugar más espectacular de todo el país: la Plaza de Registán. Antiguamente era un punto de encuentro de mercaderes y caravanas de todas las procedencias, es el punto más importante de la ciudad y probablemente de toda la Ruta de la Seda. Esta plaza realmente impresiona, su tamaño, sus detalles, sus increibles tres madrasas, todo aquí deja con la boca abierta. En mi opinión esta plaza merecería claramente una nominación para ser una de las maravillas del mundo, es uno de los lugares más bonitos que he visto nunca. Aquí pongo algunas fotos, aunque ninguna foto es capaz de reflejar la esencia del lugar...


Bujara

Aquí os dejo algunas fotos de esta bonita ciudad al sur de Uzbekistan. Como ciudad, en conjunto ,nos gustó más que Samarkanda. Aquí la mayoría de la gente tiene ascendencia persa, son musulmanes practicantes, y se pueden encontrar numerosas mezquitas. Pasear por el casco antiguo de Bujara es un placer.


Una vez más la gente super maja, invitándonos a sus propias casas. Sin duda la gente es una de las mejores cosas de Uzbekistan.



Y para terminar un par de fotos más del amanecer en Bujara:



09 mayo 2007

La Ruta de la Seda

Después de tanto tiempo sin escribir nada, he decidido reanudar (y reanimar) este blog con un fragmento de uno de los libros de un amigo, que un día despertó en mí gran curiosidad por Asia Central…

“…para muchos viajeros que he conocido a lo largo de mis seis largos viajes alrededor del mundo, los países que conforman el Turkestán constituyen una de las regiones más espectaculares del planeta, tanto por su riqueza natural, fascinante, como por la diversidad étnica y la belleza de las ciudades-oasis que ofrecían refugio a las caravanas que transitaban a lo largo de la Ruta de la Seda. El Turkestán comprende una tierra repleta de accidentes geográficos superlativos, como el mar Caspio y el Aral, los picos sietemiles del Pamir y Tian Shan, los ríos caudalosos Amu Darya y Syr Darya, los descomunales desiertos de Karakum o arenas negras, y Kyzylkum o arenas rojas, los lagos formidables Baljash e Issyk-Kul, la inconmensurable estepa kazaja...

Por el Turkestán han desfilado conquistadores tan extraordinarios como los griegos de Alejandro de Macedonia, los persas, los turcos (que dejarían su lengua), los chinos, los árabes (que introducirían el Islam), los samanidas, los tártaro-mongoles y, por último, los rusos (que aportarían el ferrocarril). La legendaria Ruta de la Seda unió a los dos imperios y mercados comerciales más poderosos de la Tierra en su tiempo: el de Roma y el de China, hasta que acabó al abrirse la ruta marítima de los portugueses de Vasco de Gama, a través del Cabo de Buena Esperanza. Por sus ciudades milenarias viajaron peregrinos budistas desde Corea, misioneros nestorianos y maniqueos desde Europa, comerciantes de todas las razas, soldados y exploradores de todas las procedencias, vagabundos, espías, viajeros… La ruta clásica, que procedía de Asia Menor y Persia, conducía de Merv a Bujara, Samarkanda, la amurallada Tashkent, Kokand y Kashgar, o bien Issyk-Kul, y a continuación China por el paso Torugart hasta Kashgar, Turfan y Beijing…”

Jorge Sánchez
Mi Viaje a Todas las Rusias



En las últimas semanas por fin he tenido la oportunidad de conocer algunos de estos lugares, que formaron parte de la mítica Ruta de la Seda, y realmente la experiencia ha valido la pena.

27 enero 2007

Старый Новый год !

El pasado 14 de enero tuvo lugar el Año Nuevo Ortodoxo (Старый Новый год), una fiesta tradicional de origen ortodoxo-eslavo, que se celebra al empezar el año segun el calendario juliano. En Kazajstan la gente (sobre todo rusos) siguen celebrando de manera informal esta fecha, que al fin y al cabo no es mas que una excusa para montar una fiesta, del mismo modo que hacemos los occidentales con el Año Nuevo. Por supuesto, como todo lo que huele a occidental esta de moda en Kazajstan, aqui no dejan de celebrar ambas fechas.

Sin yo sospechar nada de esto, una amiga rusa, Alfira, me propuso la idea de ir un fin de semana a Kirguizia (o Kirguistan) a las montañas para esquiar. Ante esa tentadora oferta no me podia negar, asi que le di mi pasaporte para que me gestionara el visado. Iba a ser mi primera salida de Kazajstan desde que llegue en octubre (sin contar España). Sin saber muy bien ni como ni a donde iba, me presente en el Estadio Central de Almaty, lugar del que me habian dicho que saldriamos, el viernes a las 9 de la noche (una hora un poco rara para iniciar un viaje, no creeis?). Alli encontre el autobus en el que nos viajariamos, era un viaje organizado en el que iban un kazajo, unos 45 rusos y yo. La gente vestia ropa de montaña, cargaba esquies y tablas de snowboard en el bus, pero una de las cosas que mas me sorprendio fue que tambien cargaban cantidades considerables de cerveza, vodka, cognac y cosas para picar "para el viaje". Alfira me dio mi pasaporte con el visado kirguizo y varias cervezas y empezo a presentarme a los que serian mis compañeros de viaje. Empezo el viaje y empezaba la fiesta en el autobus. Al ser el unico extranjero, era el centro de atencion, el juguete de todos, me preguntaban cosas, me ofrecian comida y bebida continuamente y me enseñaban sus tradiciones. La cosa prometia.

Tras un viaje de 4 o 5 horas que se pasaron volando (salvo el paso por la frontera), llegamos a los alrededores de Bishkek, y alli nos recogieron unas furgonetas todo terreno que nos subian a las montañas. Todo estaba organizado. Yo simplemente me dejaba llevar. Al fin llegamos a un lugar llamado "Oruu Sai". Alli habia un albergue muy curioso, donde nos quedariamos a dormir. Aunque era de noche, el lugar era espectacular, yo creo que nunca he visto un cielo tan bonito como el de Kirguizia, limpio y plagado de estrellas.






















A la mañana siguiente, tras un buen desayuno, nos fuimos directamente a disfrutar de las maravillosas pistas (aunque muchos de los rusos que venian ya se pusieron a tomar cervezas desde que se levantaron, continuando la fiesta del autobus de la noche anterior...). Las estaciones de esqui por esta parte del mundo no le tienen nada que envidiar a las europeas en cuanto a las pistas y la nieve. Los remontes son un poco mas cutres, pero igualmente funcionaban hacian bien su trabajo, y eran muy baratos (250 somas kirguizos, o poco mas de 4 euros para el uso de los remontes el dia completo). Yo decidi iniciarme en el mundo del snowboarding y me gusto, aunque estuve mas tiempo rodando por la nieve que deslizandome sobre ella...





























Ya por la tarde, y tras un duro dia deportivo, me dijeron que me preparara que la fiesta iba a empezar. Yo pensaba que ya habia empezado pero me equivocaba. Habian preparado una fiesta para celebrar el año nuevo (el ortodoxo). Habian preparado una gran mesa repleta de comida y bebida de todo tipo: zakuzky, carne de caballo, solyankas, guisados, ensaladas, quesos, vodka, cognac, y mucha mucha cerveza. Tambien hubo canciones tipicas de nuevo año, juegos, karaoke , gente disfrazada, drag queens e incluso una fiesta en el exterior, en una pista de hielo, donde habian montado una mesa para pinchar y unos altavoces. Es increible lo fiesteros que pueden llegar a ser los rusos. Cada vez que brindaban por algo hacian mencion de lo contentos que estaban de tener un español entre ellos, con lo que yo tenia que participar obligatoriamente en todos los brindis, bailes y juegos que se inventaban...































El domingo continuo de la misma forma: mas fiesta y mas esqui, y ya por la tarde nos montamos en el autobus para volver a Almaty. Mi primera impresion sobre Kirguizia no ha podido ser mejor, un pais lleno de hermosos paisajes y muy montañoso. Aunque no he conocido ninguna ciudad ni ningun kirguizo, ha sido toda una experiencia pasar un par de dias entre rusos, como uno mas de ellos, sintiendome uno mas a pesar de la barrera que supone el idioma (todavia me queda mucho por aprender...), divirtiendome como ellos se divierten y acercandome un poco mas a su cultura. Sin duda ha sido el mejor fin de semana desde que vivo en Kazajstan. Quedan pendientes mas visitas a este bello pais, que este año tengo tan cerca. Todo sera una cuestion de tiempo.