26 junio 2007

Comienza el verano. Comienza la aventura

El verano ya llegó a Almaty, y esto se nota en el ambiente. Es muy curioso lo diferente que puede llegar a ser una ciudad en tan solo unos meses de diferencia. El ambiente nevado y temperaturas de -20º de no hace mucho tiempo contrasta con una ciudad verde, con mucho sol y temperaturas cercanas a los 40º que tenemos en estos días. Estas diferencias no son de extrañar teniendo en cuenta que Almaty es una de las ciudades más alejadas del mar y con mayor amplitud térmica del planeta... El verano ya llegó, y esto también se nota en la gente. La gente sale a la calle, salen a los parques, en cada esquina surge una terracita donde tomarte algo, el destape ha comenzado y la vida nocturna se anima, y no sólo en fin de semana...

El verano ya llegó, y con él también llegaron los planes. Es la época de disfrutar de las maravillosas cordilleras accesibles desde aquí, de hacer trekking y de disfrutar de las enormes posibilidades al aire libre que ofrece esta parte del mundo. Hace unas semanas, cuando estuve en Shymkent, le propuse a David que me acompañara en un viaje con el que llevaba pensando desde hacía ya tiempo: Viajar por tierra de China a Pakistán recorriendo la mítica Karakorum Highway!!!. Por supuesto, el señor David alias "Peregrinador del desierto" no se pudo negar a tan tentadora oferta.


Recorrer por tierra los 1250Km que separan Kashgar de Rawalpindi, pasando junto a las cordilleras más altas del planeta, entre picos ochomiles, y contemplar el impresionante panorama de naturaleza salvaje es para mí un sueño. Tras innumerables y pesadas gestiones con los visados pakistaní y chino, busqueda de vuelos, información, etc. a día de hoy por fin puedo confirmar que esta todo listo. Si todo va según lo planeado, dentro de algo más de una semana estaremos camino de Kashgar, y comenzaremos la que probablemente será la mayor aventura en la que nos hayamos embarcado hasta ahora, aunque espero que no sea la última. Quizá eso explique la sensación de euforia contenida e impaciendia que me se apodera de mí por momentos... Comienza la aventura.

Por último, aprovecho para felicitarme a mí mismo por mi cumpleaños (que es hoy). La confirmación del viaje es sin duda el mejor regalo que me podría haber hecho. Además, este sábado me mudo por fin a mi nuevo piso en Almaty, el que será mi hogar al menos durante los próximos 6 meses. La verdad, no se puede empezar con mejor pie el verano y mi recién estrenado cuarto de siglo. Y es que un 25 años no se cumple todos los días!!

05 junio 2007

Excursión a Texas

Todavía estoy recuperándome del intenso fin de semana, en el que sin ninguna razón aparente, decidí que era una buena idea irme a pasarlo a la parte más salvaje de Kazajstán, lo que muchos kazajos llaman "Texas" o "Wild Kazakhstan", es decir, la maravillosa ciudad de Shymkent.

Probablemente a cualquier persona europea en su sano juicio jamás se me pasaría por la cabeza meterse en un tren 15 horas por trayecto para pasar un fin de semana. A nadie se le ocurriría, por ejemplo, salir del trabajo un viernes por la tarde en Madrid y coger un tren dirección Amsterdam para pasar el fin de semana, para luego volver también en tren y entrar el lunes por la mañana de nuevo a trabajar. Pero esto es Kazajstán, aquí hay otro concepto del espacio, del tiempo... y de la velocidad. Estuve casí el mismo tiempo dentro del tren kazajo (30 horas), que en mi destino (32 horas), y eso que me fui a una ciudad vecina, a tan sólo 800Km de Almaty. 15 horas y 800Km, con eso ya podéis deducir la velocidad media del tren...

David , Michael y Luis ("pinche mexicano") en una plaza estilo veneciano, en Shymkent

En Shymkent me estaban esperando David y su pandilla de amigos americanos de Peace Corps. PCV (Peace Corps Volunteers) es una organización americana a través de la cual jóvenes voluntarios americanos son enviados a países subdesarrollados o en vías de desarrollo, y colaboran con escuelas, universidades, hospitales, pequeñas empresas, ONGs, etc. En Kazajstán hay cerca de 100 voluntarios, la mayoría de ellos viviendo en pueblos perdidos por el país. En Shymkent hay varios de ellos.

El sábado nos fuimos de excursión Sairam, un pueblo de unos 40.000 habitantes, de mayoría uzbeca, situado pocos kilómetros al este de Shymkent. Allí vive Michael, uno de los voluntarios, un personaje bastante peculiar y digno de mención. Yo no podía contenerme la risa de ver a un americano pelirrojo con pinta absoluta de guiri desde lejos, con cierto parecido al Piraña, paseando por un pueblo perdido donde todo el mundo lo conoce y lo saluda por la calle, y hablando en uzbeco con la gente. Buenísimo.

Foto en el patio de un colegio en Sairam, se puede observar a los niños y al presidente Nazarbaiev (sin piernas!!!)

Vendedor de especias frescas, en Sairam

El gran Michael, charlando con ancianas uzbecas en Sairam (observese la cara de la anciana de la izquierda...)


Después del paseíto, volvimos a la gran metropoli y salimos por una de sus terracitas. Por alguna extraña razón me siento muy a gusto cuando estoy en Shymkent. Es una ciudad un tanto desagradable a la vista, muy calurosa (sofocante) en verano, con edificios viejos, sin muchas zonas verdes, los coches conducen como locos, la gente es brusca, rural, realmente es Kazajstán en estado salvaje. Cuando en Almaty le comentaba a conocidos que me iba allí en el fin de semana todos excamaban sorprendidos: ¿A Shymkent? ¿Para qué vas allí?... Sin embargo, he de decir tiene algo que me gusta. Quizás sea lo bien que me lo he pasado por allí, el buen rollo que se respira entre los extranjeros que viven allí, la magnífica cerveza local "Shymkentskoe" o lo baratos (y buenos) que son los restaurantes y cafés. Quizás sea que la gente, aunque más tradicional, también es más humilde y sincera (y menos acostumbrada a ver extranjeros), o que allí parece que el tiempo va más despacio. No lo sé. Pero lo que sí sé es que tengo que volver a Texas.

Aquí pongo algunas fotos de la pedazo de fiesta del sábado.

comenzando la fiesta, en el piso de David y Shane...

siguiendo la fiesta, en una terracita...


01 junio 2007

sobre las becas ICEX...

Hace aproximadamente un año que el ICEX me concedió una "beca de formación de expertos en informática en materia de internacionalización en las Oficinas Económicas y Comerciales de las Embajadas de España" (se me llena la boca al decirlo). Poco después comencé un curso de formación en Madrid junto a los demás compañeros a los que también les habían concedido la misma beca. Cada uno de nosotros iba a pasar 12 o 15 meses en una ciudad del mundo, en total en casi 70 países distintos. Entre nosotros reinaba un ambiente de ilusión y optimismo, ya que a todos nos apetecía vivir una experiencia distinta en otro país, y además con una de las becas aparentemente más importantes y prestigiosas de España. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce...

Lo cierto es que ya desde el curso de formación nos dimos cuenta de como funciona este organismo que nos concedía las becas (nos convocaron al curso de formación con menos de una semana de antelación, nos obligaban a asistir casi 8 horas diarias a un curso con unos contenidos de dudosa utilidad, nos dejaron 3 meses colgados entre el fin del curso y el inicio de la beca, ...). Una vez en destino, todos nos dimos cuenta de esta farsa que algunos llaman "becas".

Hablaré un poco de las becas de informática del ICEX. Para empezar, el becario no recibe ninguna formación, no tiene tutor ni nadie de quien aprender y por supuesto no existe ningún programa de formación del becario. Lejos de eso, se dedica más bien a dar formación técnica a los usuarios de la oficina, solucionar cualquier problema que tenga que ver con una máquina y encargarse de las labores típicas de cualquier administrador de sistemas. Análogamente se podría decir lo mismo sobre los otros tipos de becas ICEX (internacionalización, periodismo).

El becario es un trabajador más de la oficina. Como cualquier trabajador, tiene responsabilidades, y muchas veces le toca comerse los marrones que surgen en la oficina. El becario no tiene una relación profesional con nadie, y a efectos legales no está trabajando. El becario no tiene salario, tiene una dotación económica. El becario no tiene vacaciones, tiene 8 días de permiso al año. El becario no tiene los derechos que tiene cualquier trabajador español en el exterior, ni ningún sindicato que lo defienda. El becario no cotiza a la seguridad social, pero paga más impuestos que cualquiera de las personas que trabajan a su alrededor.

Hay que decir que estas condiciones más o menos las sabíamos de antes, por lo que nos contaban becarios anteriores. Aún así decidimos que merecía la pena la experiencia, somos jóvenes y tenemos ilusión por salir al exterior. Además - pensábamos - estamos respaldados por una institución pública tan importante... Nada más lejos de la realidad. La situación de algunos becarios se ha vuelto realmente complicada y nadie responde por ellos. Aquí os dejo una carta de un becario al ICEX, enviada hace un mes y que todavía no se han dignado siquiera a responder. Una vez más, no es oro todo lo que reluce.

Ante esto, lo único que podemos hacer los becarios es difundir lo máximo posible la la situación de algunos de nosotros, y que la gente conozca el lado oscuro de las becas, quizás así consigamos que el ICEX se dedique más a cuidar a sus becarios que a dar publicidad y presumir de formar expertos. Es la única forma que tenemos de defendernos. Sirva esto también para dar ánimo y echar una mano a nuestros compañeros de Luanda, en particular a Jorge el informático. Aquí os dejo también la opinión de otros compañeros.

Becas Icex de Informática
Becarios ICEX en Luanda, ahí os las apañéis
El gobierno (español) dando ejemplo de cómo hacer las cosas
ICEX: toda una experiencia
El maravilloso mundo de las becas