21 diciembre 2006

Viaje a Turkestán

Después de dos meses de abandono, vuelvo a retomar la actividad del blog, aprovechando la primera escapada que he hecho desde que estoy viviendo en Almaty.

El pasado fin de semana, coincidiendo con el Dia de la Independencia de Kazajastán, Nicolás (becario AECI en Almaty) y yo decidimos que era una buena ocasión para visitar Turkestán, una de las ciudades más famosas del país, y destino de numerosos peregrinos de Asia Central.

Nuestro tren salía el viernes a las 18:49, habíamos comprado un billete de 3ª clase o platskart en el tren kazajo, con derecho a cama. Estuvimos a punto de perderlo porque el viernes por la tarde en Almaty era hora punta y había un atasco monumental, probablemente el mas grande que he visto (calles de 3 y 4 carriles por sentido completamente llenas de vehiculos, caos absoluto). Tras casi una hora en el taxi avanzando apenas 500 metros, tuvimos que dejarlo y correr hasta la estación, y finalmente llegamos completamente exhaustos a las 18:49, sobre la bocina.

El viaje en platskart fue una experiencia muy curiosa. Básicamente consiste en vagones con unas 50 camas, en literas, donde viaja la gente local de nivel medio/bajo, puesto que es la forma más barata: el trayecto Almaty-Shymkent es de unos 800Km y nos costó 2100 tengues (unos 13 euros). El ambiente en el tren era muy agradable e incluso divertido. Pasamos la tarde bebiendo unas cervezas y charlando con los viajeros kazajos de alrededor de lo mucho que nos gustaba su país, etc. Todos se sorprendían (y alegraban) bastante de ver a extranjeros europeos viajando con ellos en ese vagón. En el tren había muy buen rollo, compartimos la comida y bebida con nuestros nuevos amigos, como una gran familia, y despúes nos fuimos a dormir. 14 horas después llegamos a nuestro primer destino: Shymkent.

Nicolas y yo con el "uniforme" del platskart

Estación de tren de Shymkent

Shymkent es una ciudad del sur del país, en una región que se puede considerar como Kazajstán profundo. Se dice que la gente de allí vive es muy rural, conservan tradiciones que vienen de la época nómada, y la gran mayoría son de etnia kazaja, casi no hay rusos. En Almaty a veces hacen chistes sobre los de Shymkent, de manera similar a los españoles con los de Lepe. Como decía mi compañero Nicolas, "Shymkent es la Fuenlabrada de Asia Central". Al llegar nos estaba esperando David, un español becario del MAE-AECI que hace allí su lectorado. Tras acompañarnos a un hotel que conocía y desayunar, nos montamos en una mashrutka, o furgoneta/taxi compartido. El viaje nos costó 350 tengues (unos 2 euros) para recorrer más de 200 kilometros (como véis en Kazajstan el transporte es muy barato). Después de un viaje de 3 horas atravesando un paisaje inmenso de estepa cubierta de nieve, llegamos a nuestro destino: Turkestán.



El mausoleo de Ahmed Yawasi es una de las mayores referencias culturales y religiosas de Asia Central. Fue construido en 1399 en la ciudad fortificada de Yasi, ahora llamada Turkestán, sobre la tumba del maestro sufí Ahmed Yawasi, que propagó el Islam por toda la zona durante el siglo XII. La tumba de Yawasi, además, fue lugar de peregrinación y adquirió tal importancia religiosa que tres visitas a Turkestán se consideran equivalentes a una peregrinación a La Meca. El monumento impresiona por su tamaño y su belleza, con muchos detalles en la decoración exterior. Merece la pena verlo.



Como se puede observar en las fotos hacia un frio de cojones. No obstante por alli nos encontramos unos cuantos camellos, que no dejan de llamar la atencion en un ambiente nevado...

David con cara de asustado ante un camello. Era su tercera visita a Turkestan, cual peregrino, lo que le ha valio el sobrenombre de "Peregrintur".

Peregrintur y yo, frente al camello.

Una vez vimos el Mausoleo y alrededores, nos dirijimos a la avtobasal o estacion de autobuses. La estacion de autobuses consistia en una explanada en la que iban y venian taxis y masrutkas (o furgonetas de pasajeros), cuyos conductores te cantaban a voces adonde iban. La cosa funciona asi: los viajeros van preguntando a los conductores adonde van, y cuando encuentran a uno que va a su destino se suben y esperan a que se llene con otros pasajeros. Si la furgoneta no se llena mas o menos no les sale rentable. No habia horarios, ni letreros, ni numeros ni nada de nada. La informacion circula de boca en boca. Nicolas tuvo la siguiente conversacion con un kazajo:

Conductor: Venid! Os llevo a Atirau por 500!!!
Nico: Lo siento, vamos a Shymkent.
Conductor: Os lo dejo a 400! Atirau por 400! vamos!!!
Nico: Que no! que vamos a Shymkent!
Conductor: Esta bien, 300! por 300!!!
Nico: ....


Aspecto de la estacion de autobuses de Turkestan

Ya en Shymkent, por la noche, salimos de fiesta a una discoteca selecta, de lo mas pijo de Shymkent, en la que la entrada costaba 2000 tengues (una locura) pero dentro los vodkas estaban a 80 tengues, y las cervezas a 200 (poco mas de 1 euro). Al dia siguiente hicimos la visita de la ciudad. Nico y yo comentabamos lo bonita y monumental que era esa maravillosa ciudad, la Fuenlabrada kazaja. Miraras por donde miraras todo era arte en estado puro...

Nico observando un monumento en Shymkent

Coches en una calle cualquiera

En casa de David, con sus amigos de Peace Corps

Ya por la noche, volvimos a Almaty en tren, en tercera clase o platskart, que nos habia gustado. Alli hicimos nuevos amigos, entre ellos una ninia endemoniada de unos 6 anios que nos maltrataba fisica y psicologicamente...

En definitiva, ha estado muy bien la visita y probablemente volveremos. Desde aqui mando un saludo a David "Peregrintur" y a sus amigos los americanos, que se han portado genial con nosotros. Lo hemos pasado realmente bien por las tierras del sur. Volveremos.