Hace unos días se puso en contacto conmigo un periodista del Ideal que se interesó por cómo me iban las cosas por aquí, para un especial que están haciendo sobre granaínos en el mundo.
Cuál ha sido mi sorpresa cuando esta mañana he visto un correo de mi amigo Riveiro el tunante (al cual le dedico un saludo desde aquí), en el que me adjuntaba la siguiente foto.
A pesar de que hay una gran errata en el texto (a ver quién la encuentra primero!), la verdad es que hace ilusión salir en el periódico de tu ciudad.
21 mayo 2007
15 mayo 2007
Kyrgyzstan
En el pasado puente de mayo, tuve la oportunidad de visitar la exrepública socialista soviética de Kyrgyzstan. Esta república tiene frontera con China al este, y con las exrepúblicas soviéticas de Kazajstán por el norte, Uzbekistán por el oeste y Tajikistán por el sur. Su extensión es algo menos de la mitad que la de España, y la capital es Bishkek. De entre los países de Asia Central, éste es posiblemente el más asequible en cuanto a los visados, que se suelen obtener sin problemas.
Kyrgyzstán es sobre todo un país montañoso. El 94% del país se encuentra por encima de los 1000m sobre el nivel del mar, y el 41% por encima de los 3000m. La altitud media es de 2750m. El país bordea al norte con los montes Alatau, al sur con la cordillera del Pamir, y es atravesado de este a oeste por la gran cordillera de Tian Shan (montañas celestiales), con numerosos picos por encima de los 5000m, entre los que destaca el Khan Tengri (7010m), y en la que nacen caudalosos ríos como el Traim, el Naryn o el mítico Syr Darya. Además existen grandes reservas de agua dulce con casi 2000 lagos de montaña, entre los que destacan el Yssyk-Kol y el Son-Kol, y uno de los glaciares más largos y espectaculares del mundo: el Inylchek. Al margen de las montañas, el país ofrece grandiosos escenarios como el valle de Ferganá al oeste, el valle de Altyn Arashan, el cauce del río Naryn, entre acantilados, y un largo etcétera. Todos esto hace que este país sea el paraíso del trekking, los deportes al aire libre y la montaña, sobre todo la montaña. Los paisajes que se pueden encontrar en Kyrgyzstan son, simplemente, espectaculares, difíciles de describir sólo con palabras, y si no os lo creéis podéis echarle un vistazo a estas imágenes.
Lamentablemente en esta ocasión sólo disponía de 4 días, y la zona elegida para la visita fue el norte, en la región del lago Yssyk-Kol, la ciudad de Karakol y el valle de Altyn Arashan. Nuestro grupo estaba formado por 6 personas de diferentes procedencias: Almudena, Carolina y yo (españoles), Erkin (kazajo), Lena (rusa) y Midori (japonesa), y lo planificamos todo mediante una organización de turismo ecológico: Community Based Tourism, que nos permitió alojarnos con familias locales y acercarnos un poco al modo de vida kyrgyz, y disfrutar de gastronomía local casera.
Karakol:
Altyn Arashan:
A este valle se accede desde la ciudad de Karakol, metiéndose entre las montañas de Central Tian Shan. Para ello hizo falta un minibus todoterreno.
Montando a caballo por primera vez...
El lago Yssyk Kul.
El lago Yssyk Kul es el segundo lago de montaña más grande del mundo, después del Titicaca en Sudamérica. Está situado a una altitud de 1600m sobre el nivel del mar, y está bordeado por dos cadenas montañosas, cuyas cimas se mantienen blancas todo el año. Este gran lago es famoso por sus aguas cristalinas y por su superficie azul, como un espejo. Yssyk Köl en kyrgyz quiere decir "lago caliente", nunca se congela y templa la temperatura de su entorno.
Como siempre, valen más unas imágenes que mil palabras.
En la costa sur del lago, nos alojamos en una yurta con una familia kyrgyz. La experiencia de vivir en la yurta fue lo mejor del viaje. Cuando eran todavía nómadas, la gente en esta parte del mundo vivía en yurtas. Se tarda aproximadamente 2 horas en construir una, y dentro puede vivir una o incluso dos familias. Aunque parezca increible, dentro se mantiene una temperatura cálida en invierno y fresca en verano, lo cual es importante en una de las zonas con mayor amplitud térmica del mundo (desde -20º en invierno hasta 35 o 40º en verano).
El lago Yssyk Kul.
El lago Yssyk Kul es el segundo lago de montaña más grande del mundo, después del Titicaca en Sudamérica. Está situado a una altitud de 1600m sobre el nivel del mar, y está bordeado por dos cadenas montañosas, cuyas cimas se mantienen blancas todo el año. Este gran lago es famoso por sus aguas cristalinas y por su superficie azul, como un espejo. Yssyk Köl en kyrgyz quiere decir "lago caliente", nunca se congela y templa la temperatura de su entorno.
Como siempre, valen más unas imágenes que mil palabras.
En la costa sur del lago, nos alojamos en una yurta con una familia kyrgyz. La experiencia de vivir en la yurta fue lo mejor del viaje. Cuando eran todavía nómadas, la gente en esta parte del mundo vivía en yurtas. Se tarda aproximadamente 2 horas en construir una, y dentro puede vivir una o incluso dos familias. Aunque parezca increible, dentro se mantiene una temperatura cálida en invierno y fresca en verano, lo cual es importante en una de las zonas con mayor amplitud térmica del mundo (desde -20º en invierno hasta 35 o 40º en verano).
10 mayo 2007
Uzbekistan
En Semana Santa aproveché los días de fiesta para conocer por fin la ex-república socialista soviética de Uzbekistán, el país más poblado de la zona y sin duda el más interesante desde el punto de vista cultural. Aquí se encuentran algunas de las ciudades habitadas por el hombre más antiguas que se conocen.
Aunque Uzbekistán y Kazajstán son países fronterizos (los separa una línea) me llevé una impresión de un país completamente distinto. Parecía que habíamos ido a otra parte del mundo. Para empezar, la gente es de otra etnia, el aspecto es diferente (los uzbecos son más parecidos a los persas, la etnia kazaja es más asiática, con influencias mongolas). El carácter también es totalmente opuesto, siendo los uzbecos más abiertos y agradables que los kazajos, además de extremadamente hospitalarios. Además, el clima mucho más caluroso, los pueblos, las carreteras, las ciudades... Uzbekistán tiene mucha influencia persa, y se debe parecer más a Iran que a un país asiático, especialmente en el sur.
El viaje comenzó con la obtención del visado de Uzbekistán, lo cual no es nada fácil y requiere de paciencia. Finalmente lo conseguimos gracias a unos contactos y algún que otro soborno a algún que otro policía en algún otro lugar... todo sin problemas... Una vez con el visado salimos de Almaty, y tras 30 horas de viaje por tierra (tren y taxi) y una escala en Tashkent, llegamos a Samarkanda. Aquí pongo unas fotos tomadas en el camino:
Durante el camino tomamos medios de transporte locales, autobuses y marshutkas compartidas, con lo que pudimos conocer más de cerca a los uzbecos. Como anécdota curiosa, estábamos en Samarkanda y buscábamos un autobus para ir a Bujara (un trayecto de 5 horas), en algún lugar a las afueras de la ciudad al que ellos llamaban "estación de autobuses"... Tras un buen rato buscando, vimos pasar un autobus completamente lleno de gente que iba a este detino. Rápidamente le hicimos señas de autostop y se bajó un chico.
- ¿este autobus va a Bujara? Somos españoles y estamos por aquí de viaje...
- ¿Españoles? OH! Españoles!!! Adelante adelante, aquí hacemos un sitio para vosotros! - se volvió para dentro - Rápido, voluntarios para cederle el sitio a nuestros invitados españoles!! venga!! vamos vamos!!
Rápidamente empezó a salir gente y despejaron la parte de atrás para nosotros. Después todo el mundo nos saludaba, nos daban la mano, nos preguntaban, ...
La hospitalidad uzbeca no tiene límites.
Samarkanda
En esta milenaria ciudad se encuentra el lugar más espectacular de todo el país: la Plaza de Registán. Antiguamente era un punto de encuentro de mercaderes y caravanas de todas las procedencias, es el punto más importante de la ciudad y probablemente de toda la Ruta de la Seda. Esta plaza realmente impresiona, su tamaño, sus detalles, sus increibles tres madrasas, todo aquí deja con la boca abierta. En mi opinión esta plaza merecería claramente una nominación para ser una de las maravillas del mundo, es uno de los lugares más bonitos que he visto nunca. Aquí pongo algunas fotos, aunque ninguna foto es capaz de reflejar la esencia del lugar...
Bujara
Aquí os dejo algunas fotos de esta bonita ciudad al sur de Uzbekistan. Como ciudad, en conjunto ,nos gustó más que Samarkanda. Aquí la mayoría de la gente tiene ascendencia persa, son musulmanes practicantes, y se pueden encontrar numerosas mezquitas. Pasear por el casco antiguo de Bujara es un placer.
Una vez más la gente super maja, invitándonos a sus propias casas. Sin duda la gente es una de las mejores cosas de Uzbekistan.
Y para terminar un par de fotos más del amanecer en Bujara:
09 mayo 2007
La Ruta de la Seda
Después de tanto tiempo sin escribir nada, he decidido reanudar (y reanimar) este blog con un fragmento de uno de los libros de un amigo, que un día despertó en mí gran curiosidad por Asia Central…
“…para muchos viajeros que he conocido a lo largo de mis seis largos viajes alrededor del mundo, los países que conforman el Turkestán constituyen una de las regiones más espectaculares del planeta, tanto por su riqueza natural, fascinante, como por la diversidad étnica y la belleza de las ciudades-oasis que ofrecían refugio a las caravanas que transitaban a lo largo de la Ruta de la Seda. El Turkestán comprende una tierra repleta de accidentes geográficos superlativos, como el mar Caspio y el Aral, los picos sietemiles del Pamir y Tian Shan, los ríos caudalosos Amu Darya y Syr Darya, los descomunales desiertos de Karakum o arenas negras, y Kyzylkum o arenas rojas, los lagos formidables Baljash e Issyk-Kul, la inconmensurable estepa kazaja...
Por el Turkestán han desfilado conquistadores tan extraordinarios como los griegos de Alejandro de Macedonia, los persas, los turcos (que dejarían su lengua), los chinos, los árabes (que introducirían el Islam), los samanidas, los tártaro-mongoles y, por último, los rusos (que aportarían el ferrocarril). La legendaria Ruta de la Seda unió a los dos imperios y mercados comerciales más poderosos de la Tierra en su tiempo: el de Roma y el de China, hasta que acabó al abrirse la ruta marítima de los portugueses de Vasco de Gama, a través del Cabo de Buena Esperanza. Por sus ciudades milenarias viajaron peregrinos budistas desde Corea, misioneros nestorianos y maniqueos desde Europa, comerciantes de todas las razas, soldados y exploradores de todas las procedencias, vagabundos, espías, viajeros… La ruta clásica, que procedía de Asia Menor y Persia, conducía de Merv a Bujara, Samarkanda, la amurallada Tashkent, Kokand y Kashgar, o bien Issyk-Kul, y a continuación China por el paso Torugart hasta Kashgar, Turfan y Beijing…”
Jorge Sánchez
Mi Viaje a Todas las Rusias
En las últimas semanas por fin he tenido la oportunidad de conocer algunos de estos lugares, que formaron parte de la mítica Ruta de la Seda, y realmente la experiencia ha valido la pena.
“…para muchos viajeros que he conocido a lo largo de mis seis largos viajes alrededor del mundo, los países que conforman el Turkestán constituyen una de las regiones más espectaculares del planeta, tanto por su riqueza natural, fascinante, como por la diversidad étnica y la belleza de las ciudades-oasis que ofrecían refugio a las caravanas que transitaban a lo largo de la Ruta de la Seda. El Turkestán comprende una tierra repleta de accidentes geográficos superlativos, como el mar Caspio y el Aral, los picos sietemiles del Pamir y Tian Shan, los ríos caudalosos Amu Darya y Syr Darya, los descomunales desiertos de Karakum o arenas negras, y Kyzylkum o arenas rojas, los lagos formidables Baljash e Issyk-Kul, la inconmensurable estepa kazaja...
Por el Turkestán han desfilado conquistadores tan extraordinarios como los griegos de Alejandro de Macedonia, los persas, los turcos (que dejarían su lengua), los chinos, los árabes (que introducirían el Islam), los samanidas, los tártaro-mongoles y, por último, los rusos (que aportarían el ferrocarril). La legendaria Ruta de la Seda unió a los dos imperios y mercados comerciales más poderosos de la Tierra en su tiempo: el de Roma y el de China, hasta que acabó al abrirse la ruta marítima de los portugueses de Vasco de Gama, a través del Cabo de Buena Esperanza. Por sus ciudades milenarias viajaron peregrinos budistas desde Corea, misioneros nestorianos y maniqueos desde Europa, comerciantes de todas las razas, soldados y exploradores de todas las procedencias, vagabundos, espías, viajeros… La ruta clásica, que procedía de Asia Menor y Persia, conducía de Merv a Bujara, Samarkanda, la amurallada Tashkent, Kokand y Kashgar, o bien Issyk-Kul, y a continuación China por el paso Torugart hasta Kashgar, Turfan y Beijing…”
Jorge Sánchez
Mi Viaje a Todas las Rusias
En las últimas semanas por fin he tenido la oportunidad de conocer algunos de estos lugares, que formaron parte de la mítica Ruta de la Seda, y realmente la experiencia ha valido la pena.
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